CREACIÓN DEL ORDEN SOCIAL.El territorio se representa por cuatro lados y un centro. Así se representan todas las altas culturas: egipcia, sumeria, hindú, tibetana, china, maya, azteca, inka y americanos en general: en forma de cruz con un centro.
La Inteligencia del Imperio se forma por las redes que se tejen entre los consejos, líderes y representantes de cada sección. Nadie impone su voluntad tiránica; eso no existe. Todos saben respetar la voluntad del otro y plantear la propia, que nunca consiste en bajas intenciones de búsqueda de predominio y satisfacción de apetitos personales.
La Inteligencia común asigna al territorio su rostro definitivo.
La desinteligencia, el choque de intereses, el conflicto, es malo, es venenoso, es lesivo, pero existe y es real.
Para que la comunidad pueda vivir ha de ser aceptada por los otros seres con los que se comparte el territorio. Por eso algunas etnias tallan totems. Ellos representan puntualmente a quiénes pertenece ese territorio. La presencia de la forma de un jaguar, un águila, un cocodrilo no alude a la especie, sino a un individuo determinado, dueño de la manada, o de la laguna, o de un espacio puntual.
El Imperio es el guardián de los elementos naturales que conforman el océano y el continente con el ramaje del océano, ríos, lagos y arroyos. La tormenta (Tupá para los guaraníes) es la que provee de agua dulce a los seres que habitan el continente. El Sol eleva el agua del mar separándola de su sal y la distribuye sobre la tierra.
Por eso las Fuerzas de la Naturaleza son básicas, primordiales, superiores a los Imperios humanos.
La gente entiende que su poder es pequeño y está después del poder de la Naturaleza: es preciso entender que el poder humano es insignificante y hasta puede ser empleado erróneamente.
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